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Superar una ruptura, olvidar a tu ex y volver al mercado

Después de una ruptura, el sufrimiento es algo casi siempre inevitable. Hay muchas maneras diferentes de afrontar esta situación y algunas son, sin duda, mejores que otras. Aquí podrás encontrar consejos para lograr que la ruptura sea lo más llevadera posible. Además, te damos una visión general del proceso de duelo que seguramente atravieses.

No nos engañemos. Nunca es fácil superar una relación. Duele ahora y dolerá siempre. Esto es así. Es el precio que hay que pagar por todas las horas de alegría que tuvimos mientras duró la relación.

Afortunadamente, en algún momento todo eso pasará, y volveremos a ser felices y a estar preparados para afrontar una nueva cita. Este camino se puede recorrer de distintas maneras y, en este artículo, intentaremos trazar la ruta menos dolorosa.

Hay cuatro etapas diferentes que se atraviesan tras una ruptura. En este artículo, las revisaremos y te daremos consejos para aliviar el dolor durante cada una de ellas.

Etapa 1: Fase de shock – Caos y dolor

La gran mayoría pasará por esta fase justo después de la ruptura. Si la ruptura es inesperada, esta fase será especialmente fuerte.

En esta fase de choque, aún no te creerás lo que ha pasado. Te será difícil asimilar que tu hasta ahora pareja se haya convertido en tu ex. Sentirás angustia, apatía, tristeza y puede que hasta cierta agresividad.

Esta «fiebre emocional» es causada por todas las hormonas del estrés que están recorriendo tu cuerpo. Estas hormonas pueden llegar a causar dolor físico, así que no es tan descabellado eso que suele decirse de que las angustias causan dolor en el corazón.

No es raro que durante la fase de «shock» pierdas el apetito, tanto el de comer como el sexual. Estarás de mal humor y triste, pero, créenos, afortunadamente mejorarás con el tiempo.

Te recomendamos que pases mucho tiempo con tu familia y amigos, para que te des cuenta de que no todo está perdido y que aún tienes a tu gente. Cuando pasas tiempo con otras personas, también es más fácil despejar la mente y olvidarse un poco de las preocupaciones.

Etapa 2: Fase de reacción – Soledad

Afortunadamente, la primera fase rara vez dura mucho tiempo. Tras unos días, la mayoría asimilamos que ya no tenemos pareja.

Cuando por fin lo admites, llegas a la fase de reacción, en la que realmente empiezas a darte cuenta de lo que ha sucedido.

En esta etapa, los pensamientos girarán en torno a la pérdida y la ausencia de tu ex. Aún habrá hormonas del estrés recorriendo tu cuerpo, sentirás emociones negativas y puede que perdure el dolor físico.

Es muy importante hablar del caos interno que sientes durante esta etapa. Es necesario tener el corazón aliviado para poder drenar los sentimientos, pensamientos y frustraciones que perturban tu mente.

Cuando hables de tu ruptura, seguramente obtendrás automáticamente mucho apoyo y compasión, y eso siempre es bueno. Así por lo menos dejarás de tener esa sensación de soledad.

Lo más normal es que tus amigos y familia te den buenos consejos, ya que es posible que ellos han estado en una situación similar antes. También es comprensible que no aceptes de primeras estos consejos ya que la sensación de hundimiento que tendrás te impedirá ver la parte positiva de las cosas.

Etapa 3: Fase de reparación – Sanación

Después de un tiempo en la fase de reacción, en algún momento podrás pensar en algo más que no sea con quién estará saliendo ahora tu ex y por qué lo vuestro no funcionó.

Cuando creas que ha llegado el momento de pasar página, será hora de dar la bienvenida a la fase de reparación. En esta fase empezaremos a ser más positivos. La necesidad de hablar de la ruptura será cada vez menor y cada vez nos acordaremos menos de ella.

Aunque sientas que estés bien, no te confíes, sigues siendo vulnerable y no deberías socializar demasiado. A lo mejor sería buena idea seguir saliendo con tu familia y amigos por si te entra el bajón en medio de una fiesta.

En esta etapa, cuando dejes de ver en tu almohada las lágrimas que viertes cada noche, te recomendamos que te des algún homenaje.

Piensa en lo que te hace feliz e invierte mucho tiempo en ello. 

Mucha gente empieza a entrenar y es algo muy recomendable ya que el deporte te hará liberar dopamina y aumentará tu sensación de felicidad. Además, incrementará tu atractivo y eso te vendrá bien ahora que estás a punto de volver al mercado. Considéralo una inversión a medio plazo.

También hay muchas otras maneras de mimarse. Si te gusta comer, gasta tiempo y dinero en ello. Si te gusta el cine, pégale fuego a Netflix.

La fase tres termina justo antes de dar el paso necesario para rehacer tu vida. 

Si no terminas de verte con capacidad para ello, puedes contratar los cursos o servicios de algún experto en relaciones, y así aprenderás de una manera sencilla cómo superar la ruptura y a acertar la próxima vez que caigas en el anzuelo del amor.

Etapa 4: Fase de reorientación – Volver a salir

Cuando llegues a la cuarta etapa, habrá llegado el momento de dejar que una nueva persona se te acerque.

Vuelves a sentir seguridad, puedes ir a cualquier evento, ya nada te asusta, no hace falta que lleves a todo tu séquito de amigos y familiares detrás por si te pones a llorar como una magdalena en medio de una fiesta.

Los pensamientos sobre tu ex ya casi no aparecen y el dolor físico y la sensación de soledad ya no están en tu cabeza.

Aunque cuidado, porque existe riesgo de recaída. Pero no te preocupes, si retrocedes a alguna etapa anterior, esta vez la salida será mucho más rápida y enseguida volverás otra vez a esta fase.

Si ya no te acuerdas de tu ex y sientes que has llegado a la etapa cuatro, probablemente haya llegado el momento de salir. Puedes probar con alguna de las muchas páginas de citas que existen.

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Sigo estando triste, ¿qué hago?

A veces una ruptura puede causar depresión, y si este es el caso, un síntoma de ello será que no notes ningún progreso.

Si tienes una depresión, tendrás pensamientos negativos y te degradarás a ti mismo. Cada vez tendrás menos ganas de hacer algo y perderás la motivación por buscar una nueva pareja.

Si de verdad piensas que sufres una depresión, puede que necesites ayuda para salir del hoyo. Si es así, busca consejo profesional de un terapeuta o psicólogo.