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7 cosas que necesitas saber si sales con alguien que tiene hijos

Conforme más años cumplimos, mayor es la probabilidad de que nuestras potenciales parejas tengan hijos de una relación anterior. Hay personas que ven a los niños como una bendición, sin embargo, a otras no les emocionan tanto. En este artículo repasaremos 7 cosas que debemos saber y aceptar si vamos a salir con alguien que tenga hijos.

Acabas de conocer a una persona maravillosa. Tienes la sensación de vivir en una nube y no creías que pudieras sentir lo que sientes ahora. Es una persona preciosa, con valores, cariñosa… Aunque tiene un «pero».

Y ese «pero» es que esa persona tiene hijos de una relación anterior. Si es algo que no te importa en absoluto, todo irá viento en popa, pero existe una posibilidad bastante alta de que no te parezca la mejor idea del mundo.

A continuación, repasamos los 7 aspectos que debes tener en cuenta.

1. Los niños vienen incluidos

Lo primero que tienes que hacer es aceptar que el niño forma parte de la persona que has elegido. Lo habitual es que lo más importante para tu pareja sea su hijo y, por lo tanto, es algo que no va a cambiar de un día para otro.

En muchos casos, este niño tendrá padre y madre, con lo que es fácil que te encuentres al otro progenitor de vez en cuando. Tener que conocer al ex de tu pareja no suele ser agradable, pero, salvo caso de fallecimiento, es algo casi inevitable en este tipo de situaciones, y tampoco es cuestión de desearle la muerte a nadie para evitar una situación incómoda.

Si no sabes si vas a poder aceptar a los hijos de tu pareja, no los conozcas. Los niños no tienen la culpa de que no quieras saber nada de ellos.

2. Lo normal es que tengas que conocer al otro progenitor 

Ya lo hemos mencionado antes. Los niños tienen dos padres, y salvo que uno de los dos haya desaparecido del mapa, no podrás evitar encontrarte con el ex de tu pareja de vez en cuando.

Hay personas más celosas que otras, y si los celos son lo tuyo, no te harán gracia las visitas inoportunas del padre o madre de la criatura.

Pero piénsalo fríamente: si ya no son pareja, será por algo. Así que deja atrás los celos y disfruta de vuestra nueva vida juntos.

3. Libertad limitada

Las personas con hijos no tienen tanta libertad de movimiento como las que no. En una relación de pareja, somos dos personas recorriendo el mismo camino, pero uno de los dos cargará con un peso añadido que no le permitirá ir al mismo ritmo que tú.

Es evidente que tú tendrás más posibilidades de hacer lo que quieras que tu pareja. Si tus amigos te escriben para salir un sábado por la noche, lo único que podrá detenerte serán la falta de ganas.

Para tu pareja no será tan sencillo ya que tendrá que buscar a alguien para que cuide de su hijo y planificarlo todo con antelación.

Los hijos son lo más hermoso del mundo y deben ser lo primero. Por eso muchas veces nos toca sacrificarnos y someternos a sus necesidades de un modo que afecta directamente a nuestra libertad.

4. Olvídate de ser la prioridad 

Si te enamoras de alguien con hijos, existe la posibilidad de que siempre haya alguien al que quieran más que a ti, es decir, a sus hijos.

Aquí debes demostrar madurez y ser consciente de que es más sencillo estar en un segundo plano para un adulto que para un niño de 7 años. Piensa que ese niño es posible que ya haya sufrido con la separación de sus padres y lo último que necesita es que ahora vengas tú a quitarle lo único que le queda.

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5. Los conflictos serán inevitables

Al igual que es inevitable que tu pareja se enfade si se entera de que has pedido un préstamo a sus espaldas, son inevitables los conflictos en una relación con una pareja que tenga hijos.

Los conflictos normalmente serán entre tu pareja y tú, pero probablemente también los tendrás con sus hijos.

No es fácil para un niño que un nuevo adulto entre en su vida. Todos los niños quieren ver juntos a papá y a mamá. Por lo tanto, te pueden ver como una amenaza, algo que puede crear una relación un tanto problemática.

Sin embargo, las formas en que los niños afrontan estas situaciones son muy variadas, y la edad es un factor muy importante en este sentido.

En algunos casos, la aceptación se produce de modo muy rápido, así que no habrá que darle muchas vueltas al tema. A menudo, que vean que esta nueva persona va a tratar a los niños como si fueran suyos hace que ellos respondan de modo recíproco.

6. No esperes sustituir a nadie

No son tus hijos y, por lo tanto, no esperes sustituir a nadie. Puedes quererlos como si fueran tuyos y si ellos pueden desarrollar los mismos sentimientos hacia ti, genial, pero la relación con tu pareja debería seguir funcionando aunque no se diera esa situación.

7. No es tu trabajo criar a los niños

Si estás en una relación seria con alguien que tiene hijos, es inevitable que acabes siendo una figura paterna para los niños.

Tu principal tarea debería ser apoyar a los niños y saber cuál es tu lugar cuando estés con ellos. Sin embargo, no es tu responsabilidad criarlos.

Esto no quiere decir que no debas ayudar a su crianza si esta responsabilidad recae sobre ti de modo natural y los niños lo aceptan.